Se cumplen 120 años del asesinato de Isabel de Baviera, encarnada por Romy Schneider en una trilogía cinematográfica.
Por medio de ella, Sissi conoció al apuesto Gyula Andrássy, un coronel del ejército magiar. Intensamente liberal, conectó enseguida con Elisabeth y entre ellos nació una profunda amistad. La emperatriz se convirtió en adalid de la causa húngara, lo que a su vez le atrajo la decidida enemistad de la corte vienesa. Nadie esperaba lo que sucedió, y bastante menos la propia interesada. Francisco José terminaba de cumplir veintitrés años y era un hombre hecho y derecho.
Palacio Imperial De Hofburg – Viena
Todo ello hizo que la corte de Baviera creyera que la pequeña duquesa tendría una vida gafada. Sin embargo, como aquel 24 de diciembre asimismo era domingo, día del Señor en la tradición católica y símbolo de la luz eterna, ciertos pensaron que su mala suerte podría ser contrarrestada. Sissí fue amiga de Eugenia de Montijo y de Isabel de Wied, una reina rumana híper letrada, traductora, poeta, ensayista que escribió un montón de proyectos con el pseudónimo de Carmen Sylva. Los españoles le importaban bien poco y le parecían un tostón por el hecho de que ella buscaba gente atrayente, capaz. Las clases sociales, los apellidos y los títulos le daban exactamente igual.
El atractivo de la emperatriz se transformó asimismo en su propia maldición. “No les podéis imaginar lo atractiva que es Sissi en el momento en que llora”, llegaría a decir la archiduquesa Sofía. Sobrepasada por la presión mediática y la grandeza del palacio, Sissi comenzó a padecer depresiones que se agravarían con las muertes de sus hijos. Tuvo tres vástagos en los cuatro primeros años de su matrimonio, pero solo 2 de ellos subsistieron a la niñez y uno terminaría suicidándose años después. Cuando hablamos de los vestidos de novia y nombramos a Grace Kelly absolutamente nadie recuerda aquel traje que Helen Rose diseñó para la actuación de la actriz en Alta Sociedad.
Vestido De Terciopelo De La Emperatriz Sissi, Vestido Estrella Azul Medianoche De La Década De 1860
Dada su edad y sus obligaciones protocolarias, su suegra, la archiduquesa, fue la que se encargó de la educación de los pequeños y Sissi solamente los veía. Las tiendas de Etsy nunca reciben los datos de tu tarjeta de crédito. Etsy ya no es compatible con ediciones más antiguas de tu navegador web para garantizar la seguridad de los datos de los individuos.
Cumpliría con sus deberes de emperatriz, pero se reservaría un territorio propio donde cultivar su individualidad. “Para su tiempo, Sisi fue una mujer muy adelantada”, es lo que hace que la multitud prosiga interesada en ella, comentó Sattlecker quien aseguró que el objetivo del museo es “mostrar de qué forma fue su historia”. El museo de Sisi, ubicado en el Hofburg en Viena, la vieja vivienda imperial, abrió sus puertas por primera vez en 2004 con ocasión del 150 aniversario de boda de Elisabeth con el emperador Francisco José.
Magda Schneider y su marido, Wolf Albach-Retty, habían triunfado como actores durante el Tercer Reich y, según múltiples biografías, ambos habían simpatizado con los nazis. Se conoce que Magda fue amiguísima de Hitler y, según su hija, quizás algo mucho más. Exactamente por este motivo, después de la guerra absolutamente nadie los quería en sus películas y no fue hasta que le llegó la oportunidad de salir en Sissi que Magda Schneider salvó su reputación. Los comentarios de la temporada —algunos, probablemente algunos— aseguran que Sofía tuvo como amantes a múltiples de los hombres más atractivos del momento. Se llegó a decir aun que Francisco José era, de todos modos, hijo del príncipe Gustavo Gustavsson de Vasa, príncipe heredero de Suecia hasta el momento en que su padre fue depuesto. Asimismo hubo quien apuntó al duque de Reichstag, un hijo de Napoleón II y de la emperatriz María Luisa de Austria.
Tras la muerte de Rodolfo, Elisabeth se transformó en una sombra de sí. Acusó a la corte vienesa de ser la causante indirecta de la desaparición de su hijo, y jamás volvió a vestir de color. De luto perpetuo, viajó frenéticamente sin rumbo alguno, siempre oculta tras un enorme abanico, un velo o bajo un seudónimo que la hacía creer que así pasaba inadvertida. Las que siempre y en todo momento se habían considerado como «extrañezas» de la emperatriz se aguzaron hasta extremos inconcebibles en el momento en que el destino se mostró inexorablemente cruel con ella. Elisabeth, que sería famosa en la corte vienesa como Sissi, fue la cuarta de los diez hijos del duque Maximiliano José de Wittelsbach y la princesa Ludovica, hija del rey Maximiliano I de Baviera.
Retrato Sissi Emperatriz Isabel De Austria Pintura Al Óleo Sobre Cuadro / Sissi Emperatriz Isabel De Austria Óleo Sobre Cuadro
El blanco predominaba sobre todos y cada uno de los tonos, adornados con motivos pintados a mano, frecuentemente estrellas, y también incrustaciones de pedrería y perlas. El escote mucho más típico era el estilo barco, seguido de un cuerpo ajustado y un gran volumen en la parte de la falda, la mayoria de las veces confeccionada en tul. Uno de los mucho más icónicos en la historia del cine, elegante y complejo, adornado con los complementos y el peinado excelentes. Es interesante que, entre Kate y Spencer Tracy, brotase la chispa del amor, formando parte de entre los amores mas largos de Hollywood pero, nunca se han casado en la vida real, tan sólo en esta pelicula. Varios años más tarde, en 1973, Romy Schneider volvió a transformarse en Sissi, aunque fue para vengarse del papel.
La emperatriz llevó los dos vestidos cerca de 1890, tras el fallecimiento de su hijo Rodolfo, lo que desmiente el mito de que Elisabeth se sumió a un estricto luto tras el suicidio del príncipe heredero en 1889. Sissi es la versión edulcorada de una vida que, en realidad, estuvo marcada por las tragedias. La Sissi de las pantallas apenas se parecía a la de verdad, aunque hoy en día sea más conocido el personaje cinematográfico que la auténtica emperatriz de Austria. A partir de alguna edad decidió cubrirse el rostro y vestir de negro. Y respecto a su imagen… Ahora, visto con visión y con tiempo, se puede concluir que el comportamiento que tenía y las recaídas de salud que padecía estaban relacionadas con la desnutrición. Era una mujer de metro setenta y 2 que se nutría exclusivamente de jugo de carne y que pasaba todo el día realizando ejercicio.
Cuando menos eso pensaban su madre y Sofía, su tía y madre de su porvenir marido, el emperador Francisco José. De ahí que, en 1853, se concertase una cita en Bad Ischl, la vivienda de verano de la familia imperial, a fin de cerrar el compromiso. En un comienzo, madre y también hija iban a viajar solas, pero en el último momento se decidió que Elisabeth las acompañara. Por entonces, a causa de un fallido primer amor, Sissi atravesaba una de las primeras crisis depresivas que la irían asaltando más adelante, y se creyó que el viaje la ayudaría a sanar su joven y maltrecho corazón.