Por Dios, me muero de asco solo pensarlo y no me quiero ni imaginar la proporción de traumas que esas pequeñas van a arrastrar para toda la vida. A Claudia Jaimez y Carla Vilasánchez se han sumado otras gimnastas. Estas han favorito no dar sus nombres y la única pista que aportan es que entrenaron desde 2003 hasta 2020. Diario de León recoge unas afirmaciones de estas chicas en las que encajan con Claudia y con Carla. Ellas afirman que los insultos estaban a la orden del día y las vejaciones en el CAR de León les han dejado unas consecuencias psicológicas que arrastran hoy. Si hay algo que dejan claro es que no todo vale por una medalla.
El su palmarés suma veintiocho medallas de oro, trece de plata y una de bronce y fué considerada unos cuantos veces la número uno en el ranking mundial de su categoría. Mediante los adiestramientos de la personaje principal, vemos las duras relaciones que se establecen entre entrenadores y deportistas para llegar al éxito y la presión física y mental a la que se ven sometidas las atletas de élite. Con su entrenadora, Amina Zaripov, la joven llegó a crear un vínculo muy especial. Amina fue para ella, en expresiones de Margarita «una segunda madre», que despilfarraba con ella besos, abrazos y declaraciones de afecto.
Over The Limit
Margarita Mamun es una atleta de gimnasia rítmica rusa que pelea por convertirse en campeona olímpica en el momento en que es a puntito de retirarse. Esta va a ser su última oportunidad para llevar a cabo realidad su enorme sueño. El retrato de una joven atleta que lucha por hallar sus propias ambiciones mientras ha de realizar las esperanzas del riguroso sistema oficial de entrenamiento ruso.
Por muy bien que lo haga Rita, sus entrenadores siempre esperan mucho más de ella, una y otra vez. A pesar de la satisfacción, para Margarita fue un triunfo agridulce, ya que a los un par de días de regresar de Brasil a su casa, su padre murió. Algunas semanas después, tras hacer un balance de su trayectoria completa, decidió retirarse de la gimnasia rítmica profesional. Margarita “Rita” Mamún (Moscú, 1995) empezó en la gimnasia rítmica muy joven, su madre había sido gimnasta y probablemente le inculcó su amor por esta exigente disciplina. Su padre era un ingeniero naval bengalí afincado en Rusia, hecho que le dio la doble nacionalidad, llegando incluso a competir con Bangladesh en su trayectoria junior, aunque más tarde lo descartaría a favor de Rusia. El almacenamiento o ingreso técnico es necesario para crear concretes de usuario para enviar propaganda, o para seguir al usuario en un portal de internet o en múltiples sitios web con fines de marketing similares.
Aparentemente Los Abusos Sexuales En Gimnasia Artística Y El Trato Vejatorio En Gimnasia Rítmica Está A La Orden Del Día
El almacenamiento o acceso técnico que es utilizado de forma exclusiva con objetivos estadísticos. En estos años fue clave el acompañamiento de su pareja, el nadador Alexander Sukhorukov, que le llamaba en el final del día, le daba ánimos y le arrancaba algunas sonrisas. Asimismo fueron imprescindibles las visitas a casa que gozaba algunos últimos días de la semana, que le permitían desconectar y ser sencillamente ella, una joven que disfrutaba de la compañía y cariño de sus padres y hermano menor. Tal era la relevancia de esta figura maternal que, durante una temporada, Margarita llegaría a llamarla «Mamá». Y, como «madre» y también hija, compartieron instantes únicos.«Viví su niñez, su pubertad, su primer amor y sus primeros sufrimientos, fuimos y somos un aparato, por el hecho de que todo cuanto atravesamos juntas, solo nosotras, nadie mucho más lo sabe”, diría Zaripov.
La documentalista polaca natural de 1987 en Varsovia, Marta Prus, es graduada en dirección de reportajes. A lo largo de siete años de su niñez formó una parte del equipo nacional de gimnasia rítmica de su país y más tarde, bailarina Hanna Kamińska Dance Studio, establecida en la Nationa Ballet School de Varsovia. Over the limit es su debut cinematográfico. Este es el retrato de una muchacha atleta que lucha para conseguir lo que ambiciona al unísono que cumple con las expectativas del riguroso sistema oficial de entrenamiento ruso, dejando de lado su historia personal. El Club Ritmo parecía ser el lugar especial donde florecía el talento español de la gimnasia rítmica.
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En cualquier caso la metodología es cuestionable. Más que nada tratándose de jóvenes que deben retirarse a los 22 años y que se ven obligadas a enfrentarse a un nivel de presión y autoexigencia que roza el castigo. Son atletas de élite, pero también son niñas y a veces sus ojos se mojan tenuemente, aunque acto seguido pasen a golpearse brazos y piernas para convencerse de su fortaleza. Un “calentamiento” que tiende a estar amenizado con una banda sonora que de manera continua les ten en cuenta que son débiles y que no valen nada, y que quiere transformar cualquier competición en un relajado paseo en comparación con las sesiones de entrenamiento.
Lamentablemente, no todo en la vida se sobrepasa. Conocidos son ahora los abusos sexuales por la parte de los entrenadores a las gimnastas en gimnasia artística. Múltiples componentes del equipo nacional estadounidense los han denunciado.
Irina Víner prosigue fabricando campeonas, la gimnasia rítmica rusa continúa en lo mucho más alto, siendo una referencia mundial. Dina Averina ya transporta tres oros en los Campeonatos del Mundo de Sofía, en aro, pelota y mazas. Su hermana gemela Arina, fue bronce en aro y en mazas y Soldatova ganó ayer en cinta. Pero tras ver el documental “Over the Limit” cabe preguntarse qué clase de vida, a qué escarnios y humillaciones, tienen la posibilidad de estar siendo sometidas con tal de conseguir la gloria.
Esa charla,“sangre, sudor y lágrimas” es justo una vez que Margarita Mamun hable con su madre por teléfono sobre la evolución del cáncer de su padre, que murió un par de días después de que ella volviera de Río como campeona olímpica. Víner no vaciló tampoco en emplear la patología del progenitor de la gimnasta para ‘motivar’ a Mamun. El mal físico logró asimismo su aparición, algo habitual entre atletas de élite, considerablemente más en la gimnasia rítmica. Las entrenadoras del Club Ritmo niegan las vejaciones en el CAR de León. Otras entrenadoras lo justificarán alegando que la exigencia es primordial y que hay que pagar un prominente precio para ser un deportista de élite.