El chef de Telecinco ahora ha experimentado el sacrificio que está haciendo su hermano. “Por el momento no debo reservar dos plazas de avión, me puedo atar los cordones, me ha bajado el azúcar y encuentro mi talla, la 62, en una tienda normal”, explicó en una entrevista reciente. Su guerra contra la báscula comenzó un día de finales de junio de 2012, en el momento en que le anunció a Eli, con la que transporta cuatro años casado, que había pedido hora con el médico.
Esa piel igual pesa quince kilos, vamos a mandarla a Ubrique para que nos hagan mochilas y monederos ». Transporta casado más de diez años con su mujer, Eli Abad, a la que conoció de la manera mucho más curiosa. El cocinero estaba de fiesta con unos amigos cuando se toparon con una mujer tendida en el suelo, desmayada. En el momento en que recobró la consciencia y abrió los ojos vio al corpulento David, que la abanicaba con esmero, y a las un par de semanas comenzaron a salir.
Operación De Reducción De Estómago
En 27 de julio de 2012 David de Jorge se puso un balón gástrico, un globo de silicona con una capacidad de entre 400 y 700 centímetros cúbicos, como el contenido de 2 Coca-Colas. Había llegado a su máximo, 267 kilogramos, y la primera semana bajó 11 kilos y 2 por semana las próximas. Tardó cuatro días en poder comer algo de jamón york.
Tras ponerse a cargo de especialistas, en 2012 se sometió a una intervención quirúrgica para implantarse un balón gástrico. En la primera semana tras la operación redujo su peso en 11 kilogramos y dos kilos más cada siete días. Al año volvió a entrar en el quirófano para una reducción de su estómago y logró bajar de peso hasta los 136 kilogramos. Fue la intervención más compleja, y se sometió a ella en el verano de 2017. Era necesaria para sacar todos los pliegues de piel que se habían juntado tras perder 131 kilos. Entonces debió reposar seis meses y en este intérvalo de tiempo engordó.
El Cocinero De Telecinco David De Jorge: «he Perdido 131 Kilogramos»
El 81% de la gente que hacen dieta, fracasan. Su pasión por cocinar es inseparable de su deleite por comer. Solo la superan sus ganas de disfrutar de la vida. Tras haber visto a la desaparición guiñar el ojo, no se distancia de “la cabrona báscula” para que la tentación no le lleve, otra vez, a “vivir empachado” y tenderle la mano. Asimismo se lo recuerda la talla 62 del pantalón corto que tiene enmarcado en su despacho.
Con el objetivo de mantener ese peso mucho más saludable con su 1,75 metros de estatura, su dieta es rigurosa pero variada. Una manzana a media mañana y otra para merendar y pocos “deslices” como una copa de vino en contadas oportunidades. Para desayunar se ha acostumbrado a una aceptable tostada de pan integral con AOVE y unas lonchas de jamón york. Las comidas se basan en un filete a la plancha con unos champiñones y en una merluza también a la plancha y ensalada para las cenas, con sus correspondientes variantes.
Real Sociedad
Así es como él mismo se describe en su cuenta de Instagram, claro que esa podría ser la versión reducida. Existe asimismo una extensa, una en la que conocemos cómo llegó a perder 130 kilogramos o de qué manera conoció a su mujer de una forma que podríamos calificar hasta de cinematográfico. Y entre operaciones, una rutina sin misterios que combina el ejercicio, una dieta saludable y ordenada y “mucha, mucha fuerza de voluntad”. Se brindaron el sí deseo en el mes de junio de 2010, en el Ayuntamiento de su pueblo natal, Hondarribia. Firmaron y se fueron a tomar unos vinos para luego finalizar en el lugar de comidas de Martín Berasategui con una buena tropa de amigos y familiares.
Ella le dijo que sí sin conocerle, a Jesús Vázquez lo tiene «prácticamente pillado», pero Jon Kortajarena se resiste. A David tampoco, que ha perdido delante de las cámaras 131 kilogramos. «En ocasiones reponen programas viejos y mi madre me llama toda preocupada por si acaso he vuelto a engordar.
El antes y el tras David de Jorge sirven como ejemplo de que siempre y en todo momento hay forma de mudar para mejor. Según sus palabras si no reacciona “el día de hoy podía estar en una silla de ruedas” o con una “diabetes galopante”. Asimismo para llevar a cabo caso a su venerado Oteiza y seguir firmando “no malogres tu carrera de perdedor con un éxito de mierda”.
Con las tripas rugiendo de hambre en todo momento, comer le hizo feliz. Mucho más, aun, ver a los suyos gozar reunidos, entre viandas, conversando delante del mantel. En Kurlinka, una casa familiar en Fuenterrabía rodeada de praderas, de huertas y de un cedro testigo de sus juegos, David ubica su niñez de felicidad. Su sangre celta y vasca ya le agarraban a la tierra. En aquel jardín de la alegría recuerda, hasta sugerente, el olor a Zotal con el que se limpiaban los establos y gallineros de los caseríos. Como si fuera ayer, pero más de 40 años atrás, se ve jugando a buscar al imaginario “lobo Jacinto” con sus tres hermanos menores.
A propósito, la mujer tiene 81 años y va llevada a cabo un pincel». Y, además, los sacrificios compartidos se llevan mejor. David de Jorge subió a su cuenta de Fb tres imágenes de su hermano Álvaro en las que se puede apreciar su colosal pérdida de peso. “Pedazo de crack antes era bolo, en este momento minibolo”, escribió el cocinero vasco al lado de la fotografía.
Lo primero que tuvo que realizar David de Jorge es bajar de los 200 kilos, puesto que los médicos le comunicaron que con mucho más kilos no podía ingresar en quirófano. “Cuando pesé 199 kilos, me operé por primera vez”. El proceso, según relató el popular cocinero, ha sido lentísimo y ha constado de varias operaciones, además de grandes dosis de fuerza de intención porque “esto no se arregla solo con cirugía”, aclaró de Jorge. Se sometió a esta operación en mayo de 2013.